LOS SUCESOS DEL 7 DE OCTUBRE DE 1932.
El alcalde de la localidad, Julián Sánchez Chiquito, solicitó
ayuda al gobernador para pacificar los graves enfrentamientos surgidos entre
patronos y obreros de la localidad. La culminación de éstos se produjo en la
convocatoria de huelga del día 7 de octubre de 1932 que coincidió con la
detención imprevista del vecino Anastasio Sánchez Redondo. Como había robado
unas ovejas, prestó declaración ante el juez en las dependencias del
ayuntamiento, a cuyo alrededor se arremolinaron los huelguistas. Como el
acusado comenzó a dar gritos, de manera injustificada y sin fundamento alguno,
la muchedumbre pensó que la Benemérita le estaba maltratando.
Las masas
excitadas, portando algunas armas, intentaron asaltar el ayuntamiento con gran
virulencia, “a pesar de que el alcalde socialista les intentaba explicar que no
había maltrato alguno”, narraba El
Castellano.
La Guardia Civil
mató al obrero Gregorio García Arellano con un fúsil marca Mauser utilizado por el
cuerpo. También murió una niña de dos años de edad en brazos de su abuela, que
también resultó herida, junto con dos vecinos más.
La casa del
pueblo fue clausurada por el gobernador civil practicándose más de veinte
detenciones. Los hechos fueron objeto de debate en la prensa local y nacional.
El diputado conservador Dimas de Madariaga lo relataba así en El Castellano:
Nuevamente ha corrido la
sangre en tierras toledanas. Otra jornada triste en Fuensalida, motivada por la
ofuscación de las gentes. Un rumor insensato, cuya falsedad testificaba el
propio alcalde socialista, les llevó a enfrentarse con la fuerza pública. El
huracán de peligrosas doctrinas azotó ayer en Villa de Don Fadrique y sigue
azotando hoy los pueblos toledanos. Periódicos disolventes siguen alimentando
sencillas inteligencias. Entre tanto, ¡una oración por los muertos! ¡una flor
sobre la tumba de esa pobre niña, inconscientemente mezclada en el choque entre
la masa desbordada y los agentes de la autoridad!.
Por su
parte, el periódico socialista El Heraldo
de Toledo, solicitaba que el asunto se elevara al Parlamento para
esclarecer los hechos ya que el médico había dictaminado que la bala que mató a
la niña, de arma corta, era diferente al Mauser
que hirió a su abuela.
Los Libros de
Actas del ayuntamiento de la localidad sólo dedicaron unas líneas a los graves
sucesos:
Profundo
disgusto el que ha producido el acto de protesta injustificada por parte de la
clase obrera. La detención y posterior protesta del vecino Anastasio Sánchez
Redondo por el hurto de reses lanares, originaron un choque sangriento con la
Guardia civil que ha causado muertos y heridos.
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