Luis Dominguez con 30 años |
LUIS DOMINGUEZ AGUADO (1923-2013).
"Cuando estalló la guerra yo tenía sólo 13 años, pero recuerdo perfectamente todo lo sucedido en ese día 18 de julio de 1936 en La Torre de Estaban de Hambrán porque estuve pegado a mi padre todo el tiempo. Ocurrió que el líder de la derecha torreña, Juan Aguado, apoyó el golpe militar y los afines a su ideología nos amotinamos armados en varias casas", me relató este Guardia Civil, vecino de La Torre, que vivió sus últimos años en la localidad de Torrijos.
Como el domicilio de Luis y el mío estaban a tan solo unos metros de distancia, pasábamos largas horas charlando sentados en los bancos de la plaza Eras de San Francisco de Torrijos, hasta su fallecimiento en 2013. El anciano sabía que yo llevaba años investigando, en profundidad, lo ocurrido en su pueblo en aquel verano del 1936. Tan exhaustivas eran mis averiguaciones que el bueno de Luis te enteró de muchos hechos ocurridos en su villa natal a través los juicios sumarísimos que yo le resumía en las noches de verano a la luz de una farola.
Y entre ambos, entrevistador y entrevistado, siempre las mismas preguntas sobre aquel verano de 1936: ¿ fueron los amotinados derechistas los que mataron a tres milicianos e hicieron estallar un artefacto? ¿ el teniente alcalde republicano Eudaldo Serrano intentó convencer a sus paisanos de ideología contraria a desistir en su empreño de apoyar la insurrección militar? ¿ Participó todo el pueblo en el martirio público, y posterior asesinato, de Juan Aguado y Casimiro Escudero el 31 de julio de 1936? ¿Por qué el alcalde republicano, Pedro Caballero Bermúdez, permitió en su presencia el linchamiento público de Juan Aguado y Casimiro Escudero? ¿ Qué ocurrió en la primera de 1936 entre la Falange que lideraba Juan Aguado y las fuerzas republicanas de la villa? ¿Por qué muchos torreños fueron juzgados y condenados en la posguerra sin estar implicados en delitos de sangre alguno?
Ciertamente, la aportación de Luis a mi investigación fue escasa. Quería ayudarme, con sinceridad, pero no podía. Yo sólo pretendía reconstruir los hechos de esos cuatro días que vivió amotinado con sus padre(del 18 al 22 de julio), pero no pudo responder con exactitud a ninguna de las preguntas antes citadas.
_____________________Y entre ambos, entrevistador y entrevistado, siempre las mismas preguntas sobre aquel verano de 1936: ¿ fueron los amotinados derechistas los que mataron a tres milicianos e hicieron estallar un artefacto? ¿ el teniente alcalde republicano Eudaldo Serrano intentó convencer a sus paisanos de ideología contraria a desistir en su empreño de apoyar la insurrección militar? ¿ Participó todo el pueblo en el martirio público, y posterior asesinato, de Juan Aguado y Casimiro Escudero el 31 de julio de 1936? ¿Por qué el alcalde republicano, Pedro Caballero Bermúdez, permitió en su presencia el linchamiento público de Juan Aguado y Casimiro Escudero? ¿ Qué ocurrió en la primera de 1936 entre la Falange que lideraba Juan Aguado y las fuerzas republicanas de la villa? ¿Por qué muchos torreños fueron juzgados y condenados en la posguerra sin estar implicados en delitos de sangre alguno?
Ciertamente, la aportación de Luis a mi investigación fue escasa. Quería ayudarme, con sinceridad, pero no podía. Yo sólo pretendía reconstruir los hechos de esos cuatro días que vivió amotinado con sus padre(del 18 al 22 de julio), pero no pudo responder con exactitud a ninguna de las preguntas antes citadas.
Luis Dominguez con 90 años. |
Sinopsis.- Con el estallido de la guerra civil todas las poblaciones de la comarca de Torrijos siguieron en manos de la República a excepción de una: La Torre de Esteban de Hambrán. El golpe militar del 18 de julio de 1936 sería secundado por los
miembros más significados de la derecha torreña, liderados por Juan
Aguado. Según la propia Causa General redactada en el franquismo los
derechistas, en un número aproximado a los 60, se levantaron en armas
que tenían escondidas y controlaron la población durante cuatro días. El
día 22 de julio llegaron de Madrid 200 milicianos, a cuyo mando se
encontraba un sargento del ejército republicano, que controlaron la
situación…
Algunos de los amotinados fueron
detenidos y conducidos a Madrid el mismo día de su apresamiento para ser
asesinados, semanas después, en la pradera de San Isidro. Otros,
consiguieron escapar, momentáneamente, a través de los tejados de las
casas en las que se encontraban amotinados; y algunos, como su líder,
Juan Aguado, permanecieron escondidos durantes algunos días. Pero el
destino de casi todos sería el mismo: la muerte.
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