PROCLAMACIÓN DE LA II REPÚBLICA EN ESCALONA.

Plaza de Escalona el 29 de marzo de 1914.

Longinos Montero, mayor hacendado de Escalona en 1931.

En Escalona, población sita en la ribera derecha del Alberche, durante la mayor parte del periodo republicano, los periódicos “El Castellano”, “Informaciones” y “El Heraldo de Toledo” se hicieron eco de las divergencias surgidas  entre Felipe Sánchez Cabezudo y las fuerzas de izquierdas de la villa. Al frente de éstas se encontraban el alcalde socialista, Domingo Sánchez Bullido, y el médico, Alejandro Rodríguez del Val, aunque este no tenía una ideología política definida.
 Este facultativo rural era un viejo monárquico que también había ejercido como primer edil de Escalona en los últimos años de la Dictadura de Primo de Rivera. Pero con la llegada de la República, como tantos otros, estos veteranos políticos adaptaron su ideología al nuevo régimen. El doctor tuvo que afiliarse a U.G.T. para poder defender mejor sus intereses. Temía perder su extensa finca embargada por el Ayuntamiento para responder de una deuda que contrajo cuando ejerció el cargo de primer edil de la villa.
Pero sería Bibiano Díaz el primer alcalde republicano de la villa, aunque dirigido por Sánchez Cabezudo. Este prefirió que fuera el guarda de sus fincas, y no él, quien estuviera al frente de la Corporación. El líder agrario estimó que con éste testaferro se defendían mejor los intereses del Ayuntamiento, ahora concentrados en el contencioso judicial ya entablado contra Rodríguez del Val.  Se le acusaba de malversar y apropiarse de fondos públicos en su etapa de alcalde; y aunque los tribunales siempre dieron la razón al Ayuntamiento, el acusado decía ser víctima de una persecución política orquestada por Sánchez Cabezudo.